Los psicobióticos y la salud mental
Los psicobióticos están siendo estudiados como nuevos enfoques en el tratamiento de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad basados en la comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro. Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de psicobióticos?
La repercusión de nuestro estado de ánimo en el intestino es bien conocida por muchos. Si estás estresado lo notas en tu intestino, si estás enamorado sientes mariposas en la barriga, si estás deprimido tienes estreñimiento.
Sin embargo, en los últimos años se ha estado estudiando como puede influir el intestino, y más concretamente las bacterias que en él habitan, en la salud mental y qué papel tiene la dieta en ese eje microbiota-intestino-cerebro.
El término psicobiótico fue acuñado por primera vez en 2013 por científicos irlandeses y se refiere a microorganismos vivos que al ser ingeridos en cantidades adecuadas pueden resultar beneficiosos para la salud de las personas con enfermedades psiquiátricas. Se trata de un grupo de probióticos capaces de producir sustancias neuroactivas como el ácido gamma-aminobutírico (GABA) y la serotonina, dos neurotransmisores relacionados con trastornos de ansiedad, tristeza y depresión. Es decir, que los psicobióticos pueden tener propiedades ansiolíticas y/o antidepresivas.
Investigadores de la Universidad de McMaster (Canadá) demostraron en un estudio el año pasado que un probiótico determinado podía contribuir a mejorar el humor y tratar los síntomas de depresión en personas con un trastorno gastrointestinal muy común: el síndrome del intestino irritable.
En una revisión de diversos estudios con probióticos para la depresión se vincularon algunas especies de probióticos a una reducción de los síntomas de depresión y ansiedad. Aunque todavía se requieren de más estudios sobre los tratamientos con psicobióticos, representan sin duda un línea de investigación a seguir.
Recientemente, se ha ampliado la definición de psicobióticos para incluir también los prebióticos y otros compuestos presentes en la alimentación que puedan influir en el microbioma en beneficio de la salud mental. Así pues, una alimentación rica en psicobióticos podrá mejorar el estado de ánimo y el humor y ayudar a controlar la ansiedad y la depresión