El horario de las comidas influye en la pérdida de peso
El horario de las comidas puede predecir el éxito de un tratamiento para perder peso. No solamente qué comes sino también cuándo comes, puede tener un papel muy significante en el abordaje del sobrepeso y la obesidad.
Se ha estudiado el impacto del horario de las tres comidas principales del día desayuno, comida y cena, en el metabolismo, tolerancia a la glucosa y otros factores relacionados con la obesidad.
Según los resultados publicados, las personas que comen antes de las tres del mediodía pierden peso más fácilmente que las que comen después de las tres siguiendo el mismo tipo de tratamiento.
Además, la distribución de la ingesta energética a lo largo del día es un factor también importante. Hacer un desayuno ligero y una cena copiosa significa menos pérdida de peso que hacer un desayuno abundante y una cena ligera.
En cuanto a la hora de la cena, los estudios realizados muestran como cenar alrededor de las diez de la noche (hora habitual para muchas personas en nuestro país) está relacionado con mayor riesgo de obesidad, dislipemia, hiperglucemia y síndrome metabólico. Y esta asociación tiene mucho que ver con dos hormonas muy importantes en la regulación de nuestros ritmos circadianos: la insulina y la melatonina.
Coincide con personas que no les cuesta acostarse tarde por la noche, se levantan tarde por la mañana y rinden mejor mentalmente y físicamente por la tarde o hacia el final del día. Es lo que se llama crononutrición y no solo afecta a los horarios de las comidas sino también al estilo de vida incluidos la actividad física y el patrón de sueño.
¿Es importante la hora del desayuno?
Los resultados son contradictorios en cuanto a la hora del desayuno y la pérdida de peso.
Así como los primeros estudios publicados señalaban que realizar un desayuno alto en calorías y una cena baja en calorías es más favorable a la pérdida de peso que al revés, estudios actuales muestran como desayunar demasiado pronto puede no ser una buena estrategia para perder peso.
A menudo, el hecho de saltarse el desayuno está relacionado con patrones de alimentación insanos, poca actividad física, mayor perímetro abdominal y mayor índice de masa corporal.
Como conclusión, comer a la hora equivocada puede aumentar el riesgo de sobrepeso y obesidad y dificultar el éxito de un tratamiento para perder peso.