Cúrcuma, memoria y Alzheimer
La cúrcuma está de moda. Gracias a su potente actividad antiinflamatoria y antioxidante, la cúrcuma puede ayudar en enfermedades inflamatorias como la artrosis, lesiones deportivas que cursen con dolor e inflamación muscular y enfermedades inflamatorias intestinales. Además, es hepatoprotectora y neuroprotectora.
Actualmente se están llevando a cabo interesantes estudios sobre la actividad de la cúrcuma en el cerebro para potenciar la concentración y la memoria, frenar el deterioro cognitivo y la progresión del Alzheimer.
Para ello, la curcumina (la parte activa de la cúrcuma) tiene que superar tres obstáculos:
- Tener una buena absorción en el intestino, es decir, atravesar la membrana intestinal
- Permanecer suficiente tiempo en sangre sin metabolizarse
- Llegar al cerebro, es decir, atravesar la barrera hematoencefálica que es la membrana que protege al cerebro
En el polvo de cúrcuma que se utiliza como especia, tan solo hay entre un 3 y un 5 % de curcumina y su absorción en el intestino es prácticamente nula. Por lo que si quieres beneficiarte de las propiedades saludables de la cúrcuma, es necesario tomar fórmulas más concentradas como los complementos alimenticios.
Además, debes saber que no todos los productos que hay en el mercado son iguales. Así que, asegúrate de estar tomando una fórmula que llegue al cerebro si quieres aprovechar las propiedades neuroprotectoras de la curcumina.
Te invito a ver el siguiente video donde explico las acciones fisiológicas de la curcumina Longvida® en la función cognitiva, protege del deterioro cognitivo y de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.
Según estudios clínicos publicados, una cápsula diaria de 400 mg de curcuma Longvida® equivalente a 80 mg de curcumina optimizada, puede proporcionar:
- mayor capacidad de atención
- mejor memoria de trabajo
- mejor comprensión y aprendizaje
- mejor estado de ánimo
En Alzheimer, la curcumina Longvida® contribuya a disminuir el riesgo de deterioro cognitivo al reducir la formación de placas de proteína beta-amiloide, reducir la presencia de radicales libres y marcadores de inflamación cerebral y quelar metales como el hierro y el aluminio. Las enfermedades neurodegenerativas empiezan muchos años antes de ser diagnosticadas, por ello, la prevención es la mejor opción!