Alimentación y exámenes
Durante la época de exámenes el cerebro tiene una gran demanda de energía y nutrientes. Es importante prestar especial atención a la alimentación para facilitar la concentración cuando se está estudiando y estar en pleno rendimiento cognitivo cuando llegan los exámenes.
De forma habitual nuestro cerebro consume aproximadamente el 20 % de la energía diaria. Pero en días de gran actividad mental y épocas de estrés, necesita todavía más energía y a la vez aumentan las necesidades de determinados nutrientes.
La vista también sufre al someterse a sobre esfuerzos. Nuestros ojos están mirando de cerca muchas horas del día y precisamos también de unos nutrientes esenciales para la vista.
Una correcta alimentación puede ayudar a mejorar la memoria, la concentración y gestionar mejor el estrés. Es conveniente no saltarse ninguna comida, ser regular en los horarios y no comer en exceso evitando las comidas muy copiosas que pueden dar somnolencia debido a la digestión.
La hidratación es también un factor importante para que el cerebro funcione de forma óptima. Cuando estamos bien hidratados, las células del cerebro reciben mejor el oxígeno de la sangre y se mantienen en estado de alerta. Por el contrario, la deshidratación afecta negativamente a la memoria, la atención y concentración.
¿Qué nutrientes son buenos para estudiar mejor?
- Hidratos de carbono de bajo índice glucémico, que liberan la glucosa lentamente y proporcionan energía durante más tiempo de forma sostenida. Los encontramos en cereales integrales, legumbres y en la mayoría de frutas y verduras.
- Vitaminas antioxidantes para combatir el estrés oxidativo derivado de la alta actividad mental. Las encontramos en frutas y verduras crudas y especialmente en los cítricos, frutas de color rojo-morado (fresas, cerezas y otros frutos rojos), frutas y verduras anaranjadas (melocotones, albaricoques, nísperos, zanahoria, mango…), en el aceite de oliva virgen extra, en los frutos secos y el aguacate.
- Grasas saludables del tipo omega-3 presentes en pescado azul y nueces, y del tipo omega-9 presentes en el aceite de oliva, las aceitunas, el aguacate y los frutos secos.
- Triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina que ayuda a la regulación de los ciclos vigilia-sueño. Se encuentra en la carne, pescado, leche, semillas de calabaza y de girasol, avena, pistachos, dátiles, cacao, garbanzos y plátanos.
Igual de importante es priorizar los alimentos que ayudan a concentrarse como evitar los perjudiciales. Evita las bebidas azucaradas, las colas y los alimentos ultraprocesados ricos en azúcar, sal y grasas insanas.
En fitoterapia hay plantas medicinales como la cúrcuma, la bacopa y el ginkgo con propiedades muy interesantes para mejorar la memoria y la concentración. Descubre la bacopa en este enlace: Bacopa monnieri, la planta que mejora la memoria.