¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La lactosa es un tipo de azúcar presente de forma natural en la leche de todos los mamíferos, incluyendo la leche de mujer. Está compuesta por la unión de dos azúcares sencillos, la glucosa y la galactosa.
Para poder digerir la lactosa se necesita un enzima llamada lactasa que hidroliza la lactosa en sus dos componentes. Posteriormente, estos son absorbidos en el intestino.
La intolerancia a la lactosa se produce cuando no hay suficiente lactasa para digerir la lactosa consumida y ésta llega al colon donde es fermentada por las bacterias de la microbiota intestinal, generando diferentes compuestos como gases y ácidos orgánicos.
¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa puede provocar síntomas digestivos como diarrea, vómitos, dolor y distensión abdominal (barriga hinchada), flatulencias o estreñimiento.
También puede acompañarse de síntomas extra digestivos como cansancio intenso, irritabilidad, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza o problemas cutáneos.
¿Quién puede presentar intolerancia a la lactosa?
En la mayoría de los casos se produce una pérdida progresiva de lactasa a lo largo de la vida. Es decir, hay pocos niños con intolerancia a la lactosa porque la leche materna contiene lactosa, pero es frecuente encontrar personas mayores con intolerancia a este azúcar porque han dejado de producir lactasa.
En España y según datos de ADILAC, la prevalencia de esta intolerancia puede alcanzar el 40% de la población.
¿Puedo comer lácteos si tengo intolerancia a la lactosa?
Hay distintos grados de intolerancia en función de la cantidad de enzima que haya en el intestino.
La leche es el tipo de lácteo que más cantidad de lactosa contiene, el queso tierno tiene más que el queso curado, y la mantequilla apenas tiene. És decir, podrás comer algunos lácteos en función de tu grado de intolerancia.
Los productos lácteos fermentados como yogures y leches fermentadas suelen tolerarse bastante bien si el grado de intolerancia no es muy alto porque en el proceso de fermentación, las bacterias hidrolizan la lactosa produciendo ácido láctico y reduciendo así su presencia.
¿Qué alimentos tienen lactosa?
La lista de alimentos que contienen o pueden contener lactosa es muy larga.
- Lácteos o derivados: leche, crema de leche, yogures, postres lácteos, quesos, nata, flanes, helados…
- Productos elaborados: pan, purés, sopas, cremas, salsas, bollería, pasteles, batidos, chocolate con leche, embutidos, fiambres, platos precocinados…
La alergia a la lactosa no existe
Es importante diferenciar entre intolerancias y alergias alimentarias. La alergia se produce siempre frente a una proteína e implica una reacción del sistema inmunológico. Así pues, siguiendo con los lácteos, no existe la alergia a la lactosa y sí que existe la alergia a las proteínas de la leche de vaca.
En el caso de presentar alergia a las proteínas de la leche de vaca, no se puede consumir ninguna dosis ni ningún producto relacionado con la leche de vaca, aunque sea sin lactosa.